Fuente: www.surtidores.com.ar
Gracias al esfuerzo de YPF en los últimos tiempos mejoró el abastecimiento de nafta súper, la variedad más requerida por los automovilistas. En cuanto al costo de los productos las entidades entienden que la gente se acostumbró a la estrategia de las petroleras de aplicar subas escalonadas, casi imperceptibles
Consumidores Libres, una organización que funciona en Buenos Aires y defiende los derechos de los usuarios señaló que “no hubo quejas en los últimos meses con respecto al tema combustibles”, tanto en relación a faltantes en las estaciones de servicio, que era el llamado más común el año pasado, como así tampoco por los incrementos de precios.
Héctor Polino, referente de la entidad explica que “la gente se va cansando de reclamar por los mismos problemas”. El hecho de que la misma situación se repita durante un tiempo prolongado sin encontrar respuestas por parte del Gobierno de turno lleva a los compradores a desistir de la protesta.
La táctica que utilizan las petroleras también contribuye a calmar los ánimos. “Los precios aumentan de manera lenta y progresiva sobre algunos productos en particular. Como además no lo hacen todas las empresas el mismo día no se concentran los reclamos”, señaló. “Creo que es una postura concertada“, denunció.
No obstante, desde que el Gobierno asumió la gestión de YPF tomó varias medidas que mejoraron el abastecimiento de combustibles. El rebaje de la calidad de la súper –bajó de 96 a 93 octanos – permitió obtener hasta un 3 por ciento más de volumen y además llevó la operatividad de las refinerías de 84 al 92 por ciento. Esto habría calmado en parte las necesidades del mercado.
Desde las cámaras que representan a las estaciones de servicio confirmaron el panorama, al igual que las estadísticas de la Secretaría de Energía y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Si bien la presidente Cristina Fernández de Kirchner anunció meses atrás que podrían regularse los precios de los combustibles no hubo definiciones oficiales, más allá de aquel discurso que puso en alerta al sector. “Hasta tanto no haya una política de control de toda la cadena, desde la exploración y explotación de hidrocarburos, hasta la comercialización de naftas en los puntos de venta, la defensa de los intereses de los consumidores quedará a la suerte de las compañías petroleras”, analizó Polino..
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