Paso a paso, el cerrojo del Gobierno para que nadie conozca la inflación

Fuente: Clarin 20/09/12

Primero fue la manipulación del índice de precios al consumidor (IPC) del INDEC y del costo de la canasta básica para ocultar la inflación verdadera, mostrar una mayor caída de la indigencia y de la pobreza y supuestamente pagar menos intereses por los bonos de la deuda.

Pero los manipuladores no se percataron que el menor ajuste de los bonos por la inflación perjudicaba en mayor medida a la ANSeS, principal tenedor de los titulos ajustados por el CER. Y la maniobra quedaba anulada porque se pagaba más deuda por el cupón PBI, en manos de bancos, fondos de inversión y fondos buitres.

De inmediato, vino la arremetida contra las provincias que medían en forma independiente la inflación y que arrojaban subas que duplicaban y hasta triplicaban los indicies del INDEC. La presión dio resultado porque en fila india se “bajaron” Mendoza, Salta, Jujuy, Chaco, Entre Ríos y Río Negro.

Quedaban en pie, entonces, las mediciones de las consultoras privadas. Pero empezaron las sanciones y siguieron multas de hasta $ 500.000. Los castigos dieron resultado porque las consultoras se llamaron a silencio. Desde hace varios meses difunden en forma anónima sus mediciones a través del IPC Congreso.

Ahora llegó el apriete a las asociaciones de consumidores por ocuparse de su leiv-motiv: informar a la población la evolución de los precios de los alimentos y artículos de limpieza. Así, días atrás se creó un registro para regularlas, sancionarlas y hasta silenciarlas. Empezaron por Consumidores Libres de Héctor Polino.

En el ínterin, el Gobierno nunca dio a conocer el dictamen de las cinco universidades nacionales designadas por el Ministerio de Economía para auditar al INDEC. Es que el Gobierno pensó que los académicos y profesores universitarios avalarían la manipulación estadística. El tiro les salió por la culata. El dictamen universitario dice que los índices de precios del INDEC no son confiables y hay manipulación estadística.

También en ese período, el actual viceministro de Economía, Axel Kiciloff, hasta las vísperas de asumir ese cargo, como director del centro de estudios Cenda, sostenía que “la inocultable falta de confiabilidad del índice de precios al consumidor (IPC) calculado por el INDEC ha privado a la sociedad de una herramienta fundamental para conocer la verdadera situación económica del país”. Y como alternativa al IPC “trucho” del INDEC, elaboró un índice de precios que promediaba las mediciones de siete Provincias. Lamentablemente y sin dar explicaciones, discontinuó la tarea apenas asumió en Economía.

No mejor le fue al FMI. Le ofreció la “cooperación” al Gobierno argentino para armar un nuevo índice –esta vez de alcance nacional – para hacer una especie de “borrón y cuenta nueva” y absorber los “molestos” índices provinciales. Por ahora, el Gobierno argentino considera que puede seguir con la manipulación actual dejando para más adelante los servicios del FMI.

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