Discurso de Héctor Polino, en representación de Consumidores Libres en la Audiencia Pública del día 30 de marzo del año 2021, en la que se discutió el nuevo cuadro tarifario de las empresas EDENOR y EDESUR.

AUDIENCIA PÚBLICA EDENOR Y EDESUR

Discurso de Héctor Polino, en representación de Consumidores Libres en la Audiencia Pública del día 30 de marzo del año 2021, en la que se discutió el nuevo cuadro tarifario de las empresas EDENOR y EDESUR.

Transcripción Literal
“…Una vez más concurro a una audiencia pública en nombre de Consumidores Libres para tratar los nuevos cuadros tarifarios de las empresas EDENOR y EDESUR. En esta oportunidad, la audiencia pública se desarrolla en una circunstancia muy especial de la vida del mundo y de nuestro país.
En la República Argentina, como consecuencia del problema sanitario provocado por el coronavirus, la pandemia y demás, disminuyó en el último año la actividad económica, aumentó el número de pobres e indigentes, cerraron pequeñas y medianas empresas, aumentó la desocupación, la pobreza y la indigencia. Y este problema sanitario en los próximos días y en los próximos meses, de acuerdo a los informes de los especialistas, se va a agravar en el
mundo y en nuestro país.

Hoy tres millones de personas en la Argentina son indigentes, 754.000 hogares están por debajo de la línea de pobreza. En los últimos años disminuyó el consumo de carne vacuna; de 75 kilos promedio por persona y por año, bajamos a menos de 50 kilos promedio por persona y por año, y no porque nos hayamos convertido en veganos. Disminuyó el consumo de leche, y aumentó en cambio el sobrepeso y la obesidad en el país por el mayor consumo de polentas y harinas. Y lo que es peor aún, de acuerdo a informes de nutricionistas, vamos a tener en los próximos años una parte importante de la juventud argentina con un menor grado de desarrollo intelectual como consecuencia de la mala alimentación de estos últimos años. Y la tarifa social existente no cubre
ni podrá cubrir las necesidades de amplísimos sectores sociales.
En medio de esta situación, EDENOR y EDESUR vienen a esta audiencia pública a solicitar un aumento en las tarifas. Además, informan que deberán bajar la calidad del servicio, es decir que aumentarán los cortes. Desde Consumidores Libres decimos que esto es inaceptable, y conjuntamente con 22 entidades de defensa de los consumidores, presentamos una declaración donde están contenidos los puntos de vista principales sobre este
problema.
Además, EDENOR hizo una propuesta que llama la atención: la misma tiende a suprimir todas las categorías actuales R1 a R9, pasando a un único cargo fijo mensual para todos los usuarios. Eso tiende a favorecer a la empresa por la mayor cantidad de personas que están fuera de esas categorías que se han establecido.
Por otra parte, todo aumento en las tarifas de la energía eléctrica no sólo va a perjudicar a los usuarios cuando tienen que pagar las facturas por el consumo realizado. Aquellos usuarios que viven en edificios de propiedad horizontal van a pagar más altas las expensas como consecuencia del mayor costo y gasto de la energía eléctrica en ascensores, bombas de agua a los tanques, etcétera. Y cuando vamos al supermercado o al negocio barrial, los usuarios van a pagar más caros los productos de la canasta básica de alimentos como consecuencia de que esta modificación que el aumento en la energía eléctrica modifica las estructuras de costos y se traslada a los precios.
De modo que estos aumentos son totalmente inaceptables porque van a incidir negativamente en la calidad de vida de millones de argentinos.
Por otra parte, de acuerdo a las auditorías y revisiones llevadas a cabo por el ENRE, las tarifas aplicadas entre los años 2016-2019 no fueron justas ni razonables ni transparentes, y además en el presupuesto de la Nación de gastos y recursos del año 2017, el Poder Ejecutivo envió un proyecto al Congreso para hacerse cargo de las deudas que EDENOR, EDESUR y otras empresas distribuidoras de la energía eléctrica de las distintas provincias le debían a CAMMESA, con lo cual se le otorgó un nuevo beneficio a estas empresas con recursos públicos.
Como lo vengo sosteniendo en otras audiencias públicas, y a pesar de que este no es el tema central del debate del día de hoy, nosotros tenemos que ir pensando en revocar, en rescindir estos contratos de concesión, que fueron otorgados en la década de los años 90 al calor de la doctrina nefasta del consenso de Washington, donde todo lo que estaba en manos del Estado era malo y todo lo que estaba en manos privadas era bueno.
Se otorgó una concesión que en el derecho administrativo se denomina a perpetuidad: 90 años de plazo con opción de prórroga de cinco años más. Es decir, una concesión que estará vigente hasta el año 2088. Llevamos 29 años de concesión, faltan todavía 67 años para que la misma finalice.
Yo vengo proponiendo, y lo seguiré haciendo, que el Estado debe a través del Congreso Nacional, rescindir estos contratos de concesión, porque la calidad del servicio cada vez es más mala. Se producen permanentes cortes en el suministro de la energía eléctrica.
Hace pocos meses, intendentes de la zona sur del conurbano bonaerense también pedían algunos de ellos la rescisión de los contratos por los problemas que la empresa EDESUR les generaba con los permanentes cortes del servicio a los usuarios de esa zona.
Y no tenemos que asustarnos de esto, porque cuando SEGBA estaba en manos del Estado por supuesto que tenía muchos déficits, pero podemos crear una empresa pública en cuyo directorio estén no sólo los representantes del gobierno de turno sino también los representantes de los trabajadores del sector y los representantes de los usuarios, constituyendo una empresa pública en un servicio esencial que tenga como finalidad no el lucro sino la prestación de un servicio eficiente y de buena calidad, con tarifas justas y razonables.
Y así como el Estado argentino rescindió el contrato con Aguas Argentinas, que se había hecho cargo de una empresa estatal que era Obras Sanitarias de la Nación y ahora se constituyó AySa, que no tiene los problemas que venía teniendo Aguas Argentinas, tenemos también, y a mi juicio ha llegado la hora de discutir este tema.
Sé que hoy se está discutiendo el tema del aumento de las tarifas que piden las empresas. Pero frente a ese pedido de aumento y frente a la mala calidad del servicio que vienen prestando y frente a la advertencia que van a tener que disminuir aún más la calidad del servicio, yo propongo que discutamos, no por supuesto aquí, pero que se abra el debate en la opinión pública y en el Congreso sobre este tema, de modo tal que podamos tener una empresa de servicios públicos eficiente, que esté al servicio de los usuarios y no al servicio de un grupo de accionistas…”.
RESPUESTA:
Sin perjuicio de ello se toma registro de las propuestas, aclarando que el objetivo de esta audiencia es recibir las propuestas de las Concesionarias, escuchar a la participación Ciudadana, para luego, poder dar inicio al período de transición cuyo objetivo será la realización de un nuevo diseño tarifario que acompañe la recuperación de la actividad económica y se ajuste al marco normativo vigente. Sabemos que venimos de un 2020 muy complejo en términos del esfuerzo del Estado para sostener el funcionamiento del sistema eléctrico y esto se refleja en el nivel de endeudamiento que EDESUR, EDENOR y el resto de las distribuidoras registran con CAMMESA, que es la que les vende la energía. En este sentido, las políticas que se apliquen en materia tarifaria serán en función de los principios sociales y económicos que representamos y más en un contexto de segunda ola de pandemia y de restricciones sanitarias con el objetivo de cuidar la salud de todos y todas.
En relación a las inversiones, las cuales resultan un elemento clave para garantizar la mejora del servicio, en primer lugar, se advirtió que los planes de Inversión que figuran en la RTI son meramente orientativos y no tienen carácter obligatorio, lo cual pone de manifiesto el nulo interés del organismo regulador por la mejora real del servicio. En un segundo lugar, el ENRE aprobó sin ninguna justificación los planes de inversión presentados por las distribuidoras, aun cuando registraban grandes diferencias entre sí, tanto en monto como en cantidad de obras.
Para el caso de EDENOR se observa el incumplimiento de las inversiones comprometidas para el año 2017 (año en el que se incorporaron alrededor de la mitad de las obras esperadas), aún luego de haber percibido mayores ingresos por los sucesivos incrementos tarifarios aplicados en el período. Tampoco en el año 2018 logró cumplir la meta fijada en la RTI, llegando a un porcentaje de cumplimiento apenas superior al 60%. Recién en el año 2019 la distribuidora cumplió con la ejecución de obras previstas. Mientras que en el caso de EDESUR se destaca la aprobación por parte del ENRE de un plan de inversiones notablemente inferior al presentado por EDENOR, que aun así tampoco fue concretado totalmente por la distribuidora. Si bien EDESUR cumplió con las inversiones comprometidas en los años 2017 y 2018, en el año 2019 no llegó a poner en servicio las obras previstas, alcanzando a nivel global un grado de cumplimiento del 80% aproximadamente.

Por lo expuesto, durante el proceso de la RTI se observó un contexto en donde se produjeron incrementos significativos de las tarifas de energía eléctrica en combinación con una caída de la demanda pronunciada, se estableció la flexibilización de los parámetros de Calidad de Servicio de las concesionarias. Y se garantizaron ingresos por la RTI, a pesar de esto las distribuidoras no mejoraron sustancialmente la calidad del servicio durante el período.

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