Tras la recuperación que tuvo a fines de 2017, el indicador se desinfló otra vez. Los analistas creen que será difícil que haya un rebote, por la debilidad del salario real
Nota:EL CRONISTA
por SANTIAGO SPALTRO
28/02/18
Aunque por primera vez en la década se espera que Argentina tenga crecimiento económico en un año no electoral, los salarios reales y el consumo masivo no correrán la misma suerte en este 2018. Las correcciones tarifarias en transporte, electricidad, gas, las subas de los combustibles líquidos, los peajes y las prepagas y el traslado de la devaluación a los valores al consumidor atentarán contra el poder adquisitivo y mantendrán deprimido al consumo en los siguientes meses.
En ese sentido, el consumo masivo no reacciona y arrancó a la baja por tercer año consecutivo, de acuerdo con la medición de la consultora especializada Kantar Worldpanel. La contracción fue de un 2% interanual en enero. “Después de tres meses de crecimiento y uno de estabilidad, los últimos anuncios y la caída en las expectativas impactaron en los resultados, y muestran que la canasta de consumo masivo va a tener un año desafiante”, explicó Federico Filipponi, director comercial de Kantar Worldpanel Argentina.
Fue el tercer enero seguido con arranque negativo para el consumo masivo, concentrado en el nivel socioeconómico bajo superior un tercio de la población total, “donde hubo una reducción de un 11% en volumen, debido a una menor cantidad de viajes al punto de compra”. “Estos hogares fueron históricamente el motor de crecimiento y tuvieron un nivel de consumo similar a los niveles altos y medios; incrementos en tarifas en servicios y transporte, inflación en ascenso, y paritarias todavía lejanas y sin claridad sobre ganarle a la inflación impactan directo en las posibilidades y perspectiva de este grupo determinante de la población”, puntualizó Filipponi.
Para Federico Furiase, director de la consultora EcoGo (ex Estudio Bein), la clásica situación de todos los principios de año (precios nuevos y salarios viejos) se profundizará este año por la simultaneidad de los ajustes tarifarios y la decisión oficial de “usar a las paritarias como un ancla contra la inflación”. Y analizó: “En estos primeros cuatro meses del año se recalienta la inflación y hay una situación complicada. Vemos un escenario de paritarias en 19% e inflación en 20,3%, con una mínima caída real; el salario difícilmente le ganará a la inflación porque el Gobierno quiere anclarlo, lo que va a repercutir en que el consumo masivo se verá resentido”, analizó.
Según Furiase, “el Gobierno debería contener la suba del dólar, porque el riesgo es que acelere la inflación y se corra el arco”. Su visión es que la apuesta oficial es tener un año con ganancia en competitividad cambiaria para llegar a 2019 “con un colchón para acelerar la economía, dejar al dólar anclado y que las paritarias le ganen a la inflación” de cara a las elecciones presidenciales. Así, en este primer trimestre 2018 tendría una suba de 0,3% en el consumo privado (0,5% en PBI), y en todo el año habría incrementos de 1,6% y 1,8%, respectivamente).
El economista también observó que el consumo masivo seguirá estancado por la confluencia de un “poder adquisitivo en baja por las alzas en tarifas y el techo a los salarios”, pero también por la mayor disponibilidad de instrumentos para el ahorro en pesos con tasas reales positivas y el auge del crédito hipotecario.
En el primer bimestre que termina hoy, ya aumentaron las prepagas un 6%; las naftas más de 8%; los peajes urbanos, 13%; el colectivo, al menos un 33% y la luz 12% a nivel nacional. Además, hay programados nuevos incrementos en trenes, colectivos y subtes desde abril, gas ese mismo mes y octubre (entre un 35% y un 60% en el primer turno) y electricidad en agosto, junto a un posible aumento de las naftas por el nuevo impuesto a las emisiones de dióxido de carbono, que regirá desde mañana.
Héctor Polino, titular de Consumidores Libres, midió entre el 1 de enero y el 15 de febrero últimos un incremento de 2,69% en la canasta alimentaria (0,6 puntos porcentuales más que en el mismo lapso de 2017) y adjudica gran parte de la responsabilidad a los ajustes tarifarios. “Las subas en los servicios modifican las estructuras de costos de las fábricas y los comercios, y se trasladan a precios. También verificamos las remarcaciones por las dudas, no motivadas por nada en particular, que es una práctica habitual. Y vemos que las paritarias al 15% sin cláusula gatillo van a quedar muy por debajo de la inflación anual si el gas y la luz aumentan dos veces en el año, y van a subir el agua y los transportes”.
Matías RaJnerman, coordinador de Análisis Económicos de Ecolatina, respondió que “debido a la aceleración inflacionaria del primer cuatrimestre del año, el consumo masivo no va a repuntar al menos en la primera parte de 2018. Y para lo que sigue, depende del proceso paritario. El salario real va a quedar igual que en 2017 y las paritarias van a ser más conflictivas que el año pasado”.
Deja una respuesta