Nota: ámbito financiero
(7/6/16)
Por Belen Fernández
Aquellos que viven en la Capital Federal gastan hasta un 37% más en los productos del supermercado que los que residen en la provincia de Buenos Aires. Según un relevamiento realizado a través de la página oficial Precios Claros se pueden ver marcadas diferencias entre un mismo artículo comercializado en el barrio de Recoleta o en el partido de Ituzaingó, en la zona oeste del conurbano bonaerense.
La información, actualizada cada día por las empresas, deja ver, por ejemplo, que un alimento perteneciente a la canasta básica, como es el azúcar, se llega a abonar $ 13 en un supermercado en el centro porteño, mientras que en la zona oeste de Buenos Aires se paga por la misma marca $ 9,50, es decir, una diferencia de $ 3,50, lo que representa un 37%.
“Los precios deberían ser iguales tanto en el conurbano como en la Capital. Pero esta situación se empeora con los altos números inflacionarios que se están manejando actualmente”, explicó sobre el fenómeno Héctor Polino, presidente de Consumidores Libres. Además, dejó claro que con este nuevo programa -que se inauguró hace menos de un mes- “el Gobierno está reconociendo los altos números de inflación”.
El sitio web, que arroja diferencias del 25% en la leche según donde se la compre y un 28% en el pan, agrupa sólo a las grandes cadenas, que actualizan sus precios a diario. “El sistema Precios Claros favorece la concentración, ya que no contempla a los pequeños comerciantes, por lo que invita a los consumidores a orientar sus compras en las grandes cadenas”, agregó Polino.
Las diferencias también son muy marcadas entre un mismo producto vendido por la misma cadena entre aquellas sucursales ubicadas en la zona norte de la Capital y las que se encuentran en el sur. “Es una realidad histórica, pero que se ve empeorada como consecuencia de las tasas inflacionarias y los pocos controles que lleva adelante el Gobierno”, finalizó Polino.
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